Molécula de la vida y nuestro tratamiento
metabólico
Dr Demetrio Sodi Pallares – Dr José Eduardo Matykow

Henrich Taegmeyer, Jefe del Departamento de Cardiología de la Escuela de Medicina de Houston, Texas, afirma que:

“La Esencia del metabolismo celular es formar ATP”

Las siglas ATP significan Adenosín Trifosfato y es esta molécula la más importante del organismo, puesto que sin ella, no hay VIDA.

Lo dicho no es exagerado y para demostrarlo veamos lo que dice Albert Lehninger en el libro “Bioenergética”, página 21:

Componente Químico Peso Molecular Número de Moléculas ATP sintetizados por segundo
ADN 2.000.000.000 0,00083 60.000

Los números anteriores nos dicen que para que se sinteticen 83 cien milésimas partes de una molécula de ADN se requieren 60.000 moléculas de ATP.

Para la síntesis de una molécula del ADN se requieren:

(60.000 ٪ 83) X 100.000, lo que da 72.289.156 moléculas de ATP.

En otras palabras, el ADN es función dependiente del ATP.

Veamos ahora, como cada uno de los tres capítulos del Tratamiento Metabólico dan origen a la síntesis de ATP.

Primer Capítulo

Para que se active cualquier célula se requiere que un flujo de sodio pase del medio extracelular al intracelular (citosol).

Si el canal del sodio está abierto, es fácil que el flujo de sodio se lleve a cabo. Ello sucede por lo siguiente:

a)Hay una alta concentración de sodio en el exterior de la membrana (140mM) y una baja concentración del mismo catión en el interior celular (10mM), por lo que el proceso de Difusión del Na+ se lleva a cabo; es decir el sodio va de los sitios con alta concentración a los de baja concentración.

b)Las cargas negativas intracelulares de una membrana polarizada atraen al ion Na+ que es positivo. Recordar que las cargas con signo opuesto se atraen.

c)Las cargas positivas extracelulares rechazan al ion sodio, facilitando su flujo al interior celular. Esta fuerza electrostática es menor que la correspondiente a las cargas negativas intracelulares.

Las tres fuerzas conjuntas (a, b, c) le confieren una fuerza al sodio en estado potencial que se denomina: “Potencial Electroquímico del Sodio”.

Cuando la energía del sodio pasa de potencia a acto, el sodio entra con glucosa, con ácidos aminados y fosfatos; es decir tiene un papel metabólico muy importante que no podemos por ahora discutir. Conviene recalcar que para que ello se lleve a cabo, se requiere una diferencia en la concentración de sodio a través de la membrana celular, próxima a la señalada.

El sodio, pues activa a la célula al fluir con fuerza al citosol y para ello no se requiere energía, puesto que el catión la lleva en sí (potencial electroquímico).

La dificultad la tiene el Na+ para salir del interior celular. Esta dificultad la denominó Conway: “Barrera para la expulsión del sodio” y la representó con la siguiente fórmula:

Barrera para la expulsión del sodio = (Na)e / (Na)i menos Polarización de la membrana celular

La primera parte (Na)e / (Na)i representa la fuerza en contra de la difusión del catión.

La segunda, Polarización de la membrana, se señala con signo negativo porque la polarización de cualquier membrana, en cualquier célula, es negativa. Por ejemplo, la polarización de la membrana del miocito cardíaco es -90 mV. Ahora bien, dos signos negativos dan un positivo; es decir, la polarización celular es una barrera para que el catión Na+ abandone el citosol.

Conway en su trabajo experimental encontró que si disminuye la concentración del sodio extracelular y aumenta la del potasio en el mismo espacio extracelular, la barrera para la expulsión (extrution) del sodio disminuye.

Hoy sabemos que ello sucede estimulando la bomba de sodio y potasio y dicho estímulo es el ATP. Lo que significa que nuestra dieta baja en sodio y alta en potasio aumenta la síntesis del ATP.

No hay que olvidar que cuando fluye el sodio al interior celular lo hace con fosfatos necesarios para la síntesis del ATP.

Segundo Capítulo

Soluciones polarizantes con glucosa, insulina y potasio.

Hace 26 años dirigí una investigación en el corazón del perro, que consistía en producir un infarto miocárdico ligando la arteria coronaria descendente anterior, infarto que era tratado con la solución polarizante mencionada.

En condiciones normales, se sintetizan 3 moléculas de ATP por cada molécula de oxígeno utilizada en la respiración celular.

A esta relación se llama P/O igual ATP/O.

En el infarto del perro experimental, el número de moléculas de ATP por una molécula de oxígeno se reducen importantemente, v.g. 1 ATP/O.

Con la solución polarizante dada al perro infartado, los valores de ATP suben a 2 ó por encima de este número; por ejemplo 2,5 ATP/O.

Además existen numerosas fichas bibliográficas en donde se señala la síntesis del ATP con las soluciones polarizantes. Estas activan las sendas metabólicas anaeróbicas, aeróbicas, cadena respiratoria y el gradiente de protones a través de la membrana interna mitocondrial que es donde se forma el ATP.

Tercer Capítulo

Campos Magnéticos Pulsantes.

Los Dres. Bayo y Mantykow estudiaron las lesiones del cuello de la matriz y vaginales producidas por el Papilo-Virus Humano.

El tejido lesionado producido por este virus se acompaña de pérdida de glucógeno (Prueba de Schiller positiva), en zonas muy extensas de la mucosa vaginal y del cuello de la matriz, pérdida que se intensifica más cuando las lesiones son calificadas de pre-cancerosas.

Con la combinación de la dieta metabólica baja en sodio y rica en potasio y con la aplicación de campos magnéticos pulsantes, las lesiones producidas por el virus, desaparecen. Al mismo tiempo reaparece el glucógeno perdido (Prueba de Schiller negativa). Esta mejoría nos llevó a estudiar la formación de glucógeno y aprendimos que para que se unan 10.000 moléculas de glucosa y formen glucógeno se requieren 20.000 moléculas de ATP.

La terapéutica que preconizamos favorece pues, la síntesis del ATP que es la molécula de la vida. No conocemos otra terapéutica que tenga esta orientación.

ACCIONES DEL ATP

El Gran Salto

Cuando el ATP se hidroliza, pierde un fosfato y se libera la energía que unía ese fosfato terminal con el fosfato intermedio, para estimular a la bomba de sodio y potasio, para todas las funciones del organismo y para todas las curaciones.

A esta energía se la llama Energía Libre de Gibbs en honor a este investigador.

La energía libre de Gibbs es necesaria para cambiar el desorden en orden. En todos los padecimientos hay desorden (entropía) por lo que la energía libre de Gibbs debe ofrecerse en todas aquellas condiciones en que haga falta.

La energía libre se obtiene, sobre todo, de la hidrólisis del ATP. La solución GIK, al igual que la dieta baja en sodio y rica en potasio, y la magnetoterapia, incrementan la síntesis del ATP.

Así, nuestro tratamiento metabólico se convierte en Panacea de Indicación que no hay que confundir con Panacea de Curación; aunque eso sí, la Panacea de Indicación coadyuva a la curación.

Hess y colaboradores han demostrado que la solución GIK barre con los radicales libres.

Creemos que el mejor antioxidante que hay, hoy en día, es la solución polarizante. Claro está que conviene investigar si la solución GIK incrementa su efecto antioxidante con el añadido de superóxido dismutasa/catalasa, como lo sugieren Shu Ching-Sun y colaboradores.

Así nos explicamos por qué hemos obtenido resultados extraordinarios en las condiciones siguientes:

Insuficiencia Cardíaca
Angina de pecho
Cardiomiopatías (se pudo evitar transplante de corazón en varias de ellas)
Hepatitis
Cirrosis hepática
Enfermedad de Chagas
Osteoartrosis
Artritis reumatoidea
Esclerosis Múltiple
Tumores cancerosos:

a) detener el crecimiento tumoral

b) disminuir su tamaño

c) evitar la agresión de la quimio y radio terapia

d) disminuir el dolor

e) mejorar el estado general

Por todo esto hablamos del GRAN SALTO.

Bibliografía

Sodi-Pallares, D: Lo que he descubierto en el tejido canceroso.

Derechos reservados ISBN 970-91329-2 México D.F. 1998

Sodi-Pallares, D. Magnetoterapia y Tratamiento Metabólico. Tercera edición. Derechos reservados. Dr. Demetrio Sodi Pallares. ISBN 970-91329-1-2. Tercera Edición México D.F. 200

Darnell J. Y colaboradores. Molecular Cell Biology. Scientific American Books. New York. 1990

Lehningher A.L. Bioeergética. Fondo Educativo Interamericano. México D.F. 1986