LAS 10 RAZONES PARA SER VEGETARIANO Y NO COMER CADÁVERES


PRIMERA
En lo que se refiere a los alimentos a base de carne, son muchos los factores que desaconsejan su consumo: el primero y más importante la impureza de este tipo de productos que, al estar al final de la cadena alimentaria, concentran gran cantidad de sustancias tóxicas.

SEGUNDA
En los países industrializados, el individuo ingiere una cantidad de alimentos demasiado abundante, y lo que es más grave, demasiado ricos. El vegetarianismo aporta una solución a esto. Los menús, menos ricos en calorías permiten «desintoxicar» literalmente el organismo.

TERCERA
Se ha tenido la ocasión de establecer una relación entre los alimentos de orígen animal y las afecciones cardiovasculares, que son enfermedades responsables de una alta mortalidad en los países industrializados que, precisamente, practican una alimentación rica en carnes. Aquí es donde la alimentación vegetariana puede brindar una solución. Cuanto más importantes son los medios financieros destinados a la alimentación, más se decantará el individuo por las grasas animales (indirectamente en forma de carne grasa).  Estos preciados productos representan no solamente un lujo, sino que a un nivel más inconsciente, los alimentos ricos en sustancias animales parecen ser sinónimos de salud.

CUARTA
El principio fundamental del vegetarianismo es esencialmente el de la no violencia: para alimentarse de carne es necesario matar, por lo que hay que abstenerse de consumir carne para no utilizar la violencia contra otras criaturas vivientes.


QUINTA
La alimentación vegetariana implica un acercamiento a la naturaleza, utilizando lo que ésta ofrece espontáneamente al hombre, de las verduras a las especias, de las bayas a las legumbres, de los frutos a lo que pueden ofrecernos los animales sin ser sacrificados y a lo que se cultiva sin uso de productos químicos: todo ello ayuda al hombre a no alejarse de la naturaleza y a recuperar su esencia vital.

SEXTA
La cocina vegetariana, digestiva y ligera, antepone a cualquier otra consideración la protección de la salud, pero no significa sólo verduras al vapor o ensaladas insípidas, sino alimentos exquisitos, variados, completos y nutritivos, apetitosos gracias al perfume de las hierbas aromáticas, al uso de verduras y frutas frescas, de pasta y arroz aderezados de forma sabrosa y ligera, de ensaladas ricas en invenciones imaginativas.

SEPTIMA
La alimentación vegetariana aporta al organismo humano un sustento aún más energético que el de la carne; incluso la potencia física de los vegetarianos puede ser superior e incluso prolongarse más que la de los carnívoros, así como también es inferior el tiempo de recuperación de la fatiga física, que se reduce a un quinto respecto a quien se alimenta normalmente.

OCTAVA
El exceso de grasas y proteínas animales puede causar: estreñimiento y sus complicaciones, obesidad, enfermedades cardiocirculatorias, exceso de calorías, hipercolesterolemia, tumores de mama, de colon, de próstata, uremia, gota, insuficiencia renal.

NOVENA
Las fibras están presentes sólo en los alimentos de orígen vegetal, cuya estructura misma constituyen. Las fibras alimenticias son protagonistas de nuestra salud, favoreciendo nuestro bienestar, dado que poseen muchas propiedades preventivas con respecto a las «enfermedades de civilización».
Hoy en día se sabe con certeza que un consumo elevado de fruta, verdura, cereales integrales, pan completo y cualquier otro alimento que sea rico en
fibras previene los tumores del colon y del recto.

DÉCIMA
El exceso de sal refinada puede causar: hipertensión, carencia de oligoelementos, dificultades metabólicas, debilitamiento orgánico, disminución del sistema inmunitario, hemorragia cerebral, infarto, insuficiencia renal.
Gentileza de mundovegetariano.com
http://www.mundovegetariano.com
Arriba


ANIMALES DE CONSUMO
Sabemos bien poco de lo que sucede con los animales antes de que acaben como alimento. Aún tenemos en mente idílicos paisajes salpicados de ganado y rebaños pastando plácidamente, evocamos piaras revolcándose y gallinas picoteando. Pero la cría tradicional de animales de consumo ha sufrido un cambio dramático. La muerte ya no es su peor suerte porque hoy en día se practica masivamente la cría intensiva. Con ella la gallina blanca ni siquiera ve a sus polluelos, la vaca cautiva no ríe y el borreguito espera encerrado a oscuras a pasar por el horno.
Los procesos de cuidado y mantenimientos se han automatizado, se manipulan todos los niveles de la cría, empleando la genética, la química y técnicas como dejar las luces encendidas las 24 horas o poner música para mejorar rendimientos. Rapidez, masificación y abaratamiento son los lemas de una industria mecanizada que relega al animal a la categoría de mero objeto vivo.
Dentro de larga naves, los pollos y gallinas viven hacinados de por vida en exíguas jaulas. Crecen con deformidades en patas y alas y desarrollan conductas agresivas. Para evitarlos se les corta el pico, una operación dolorosa equiparable a arrancar una uña humana.
La vida de los cerdos transcurre en reducidos establos de donde salen sólo para ir, hacinados también, hacia el matadero. Los procesos de limpieza son automáticos, pero no bastan para evitar una alta concentración de amoníaco que les produce neumonía.
Las hembras, yacen aprisionadas en armazones metálicos que las mantiene en postura de amamantar a unas crías cuyos mordiscos y patadas las destrozan inevitablemente. En la producción de lechales, las hembras inseminadas artificialmente no salen de las incubadoras en las que pueden llegar a soportar hasta 24 cesáreas antes de ser desechadas hacia el matadero.
Los terneros son separados de su madre a los 4 días. Viven estabulados sin luz ni aire y su dieta artificial no contiene hierro. Inmovilidad, anemia y privación de luz son los elementos necesarios para obtener, sin recurrir a sustancias químicas, la carne blanca que celebran los gourmets.
Éstas condiciones de angustia, dolor y hacinamiento de los animales son el terreno de cultivo ideal para toda suerte de enfermedades, infecciones y hongos. No en vano, la mitad de la producción mundial de antibióticos se destina a la sanidad veterinaria.
Antes del implacable fin que les espera en el matadero, todos éstos animales soportarán un último patético viaje en el cual morirán muchos de ellos pisoteados, deshidratados o simplemente fulminados por el terror.
Numerosos criadores consiguen mayor volumen, más peso y menos grasa o alterar el color y la textura de las carnes recurriendo a piensos artificiales y hormonas. Saturados por éstas sustancias químicas añadidas, por vacunas y pesticidas los animales segregan además sus propias toxinas, como el Amoníaco, la Urea, el Acido Urico yla Creatinina. Y finalmente, los procesos de la cría intensiva, el transporte y el sacrificio, dolorosos y antinaturales, producen otras toxinas -Leucomainas, ptomainas y Ácidos lácticos- que pondrán también el sistema digestivo del consumidor a dura prueba.
Arriba



CONSUMIR ANIMALES CONSUME LA SALUD
Es hora de echar abajo otro temible tabú. Los productos animales, como carne, pescado, huevos o lácteos, no sólo no contribuyen a la salud sino que pueden llegar a consumirla.
Los alimentos de origen animal están altamente saturados en grasas y colesterol. La O.M.S. afirma que existen claras pruebas que relacionan ciertos cánceres con la ingestión de grasas animales. Sus investigaciones demuestran que los grandes consumidores de productos de origen animal tienen un riesgo global 3,6 veces mayor de sufrir cáncer. Durante 6 meses, la Universidad de Harvard ha conducido un estudio en 89000 mujeres. Sus resultados muestran que a mayor consumo de carnes rojas y grasa animal, mayor incidencia del cáncer de cólon.
Inversamente, los cardiólogos americanos Doctores Toomey y White estudiaron en 1964 a los Hunzas del alto Himalaya, una población notablemente longeva. Las conclusiones de su estudio evidenciarion una relación directa entre la dieta vegetariana de sus habitantes y la ausencia de afecciones cardiovasculares, cáncer, diabetes y otras afecciones y enfermedades. En 1961 la Asociación Médica Norteamericana afirmaba en su publicación que «Entre un 90 y un 97% de las enfermedades del corazón podrían prevenirse con una dieta vegetariana». En 1971 (20 de febrero y 6 de marzo), La Universidad de Pretoria-Sudáfrica publicaba los resultados del experimento titulado «Efectos fisiológicos de una dieta principalmente frugívora en el hombre» y «Efectos bioquímicos de una dieta frugívora en el hombre». La dieta, además de frutas, incluía verduras y algunos frutos secos.
Los investigadores quedaron sorprendidos al comprobar que las personas sometidas a esa dieta de frutas y verduras superaron sus dolencias físicas y recobraron energía.
Essie Hontball, líder de un movimiento para la dieta a base de frutas afirmaba: después de 20 años a dieta de frutas, ninguna prueba científica ha podido demostrar que tenga deficiencias, me siento en mejor estado físico y disfruto de una perpetua y buena salud.
En 1975, el American Journal of Clinical Nutrition publicó un estudio realizado por la Universidad de Lomalinda California sobre 24.000 personas en el que se evidenciaba la correlación entre dieta y mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Los resultados mostraron que los ovo-lacto-vegetarianos (no comen animales pero sí huevos y lácteos) mostraron una propensión a éstas enfermedades de 1 a 3 respecto a los consumidores de carne. En cuanto a los vegetarianos estrictos, su ratio bajaba de 1 a 10 en relación con los carnívoros.
La Asociación Dietética norteamericana, reconocidamente prudente en sus declaraciones, dictaminó desde 1980: Hay cada vez más evidencias científicas que apoyan la relación positiva entre la alimentación a base de vegetales y la prevención de ciertas enfermedades crónicas degenerativas como obesidad, enfermedades coronarias, diabetes, cáncer de cólon e hipertensión arterial, entre otras.
En 1988, la misma afirmaba: los vegetarianos tienen los porcentajes más bajos de osteoporosis, cáncer de pulmón, cálculos de riñón y vesícula… las dietas vegetarianas son sanas y nutricionalmente adecuadas.
Éste criterio también era compartido por la Academia Nacional Americana de Ciencias, entidad poco dada a defender posturas alimenticias radicales: Los vegetarianos estrictos -que no consumen carne, huevos o productos lácteos- de muchas partes del mundo mantienen una salud excelente.
En 1983, el Dr. T. Colin Campbell, químico nutricional de la Universidad de Cornell y el Dr. Richard Peto de la Universidad de Oxford llevaron a cabo en China la mayor investigación clínica realizada para explorar las causas dietéticas del cáncer.
El estudio, llevado a cabo en 65.000 chinos concluía: Somos basicamente una especie vegetariana. Deberíamos comer una variedad de alimentos de origen vegetal y minimizar el consumo de productos de origen animal; Cuanto más alto es el consumo de alimentos de origen animal, más alto es el riesgo de padecer cáncer.
Numerosos médicos están de acuerdo en afirmar que nuestra dieta ideal es vegetariana. Así, en 1991, los médicos asistentes a la Primera Conferencia Nacional Americana sobre la eliminación de enfermedades cardiovasculares aprobaron unánimemente estas palabras del prestigioso nutriticionista Dr. Colin Campbell: ¿Porqué debemos ser reticentes en recomendar una dieta que sabemos ser sana y segura? Yo personalmente tengo fé en el público. Debemos decirle que una dieta a base de vegetales, raíces, tallos, hojas, frutas y semillas es la mejor, la más sana y única dieta que debemos fomentar, respaldar y recomendar.
En la misma línea, el Profesor William C. Roberts, Doctor en Medicina de la Universidad de Georgetown y Patólogo Jefe de Cardiología en el Instituto Nacional Americano de la Salud, publicó en el conservador American Journal of Cardiology sus conclusiones: Cuando matamos a los animales y nos los comemos, ellos terminan matándonos porque su carne nunca ha sido destinada a los seres humanos, que son vegetarianos naturales.
En su libro Las Fuentes de la Salud Humana, el francés Desiré Merieu, catedrático de ciencias biológicas y titular de la cátedra de dietética de la Facultad de Medicina de París, distrito 13, estudia exhaustivamente los peligros que entraña el consumo de carnes y productos de origen animal, calificándolos de «productos de degeneración».
En España, Doctores como Jorge Pamplona Roger, Doctor en Medicina y Cirugía, especializado en cirugía del aparato digestivo, ensalzan literalmente las cualidades preventivas, equilibrantes y sanas de la dieta vegetariana frente a las desacertadas e insanas dietas convencionales.
También el fallecido Grande Covian, reconocido nutricionista en éste país, afirma en su libro Nutrición y Salud: La carne no es indispensable para la nutrición del hombre: incluso la dieta vegetariana estricta (veganismo) puede ser adecuada para el adulto si se tienen en cuenta, para corregirlas, sus evidedentes limitaciones. Por su parte, el Dr. Miguel Angel Aguilar, socio numerario de la Real Sociedad Española de Física e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en su obra «La Dieta Vegetariana: Un camino hacia la alimentación equilibrada» aclara que la dieta vegetariana es superior a la dieta omnívora en general y a la típica dieta occidental en particular, y desmonta uno por uno los numerosos tópicos occidentales respecto al consumo de carnes y productos animales.
Por razones de espacio, sólo se ha podido incluir contadas referencias pero todas las opiniones citadas evidencian la viabilidad y auge de las dietas vegetarianas y comprueban los defectos de las dietas omnívoras desde perspectivas estrictamente científicas.
Hipócrates decía: Tu alimento será tu medicina. Y la sabiduría popular advierte: de lo que se come, se cría.
No se trata de anunciar el final de la enfermedad humana, pero sí de señalar que muchas de ellas tienen su origen en comportamientos alimenticios inadecuados que incluyen tanto las sustancias de origen animal y químicas como los alimentados refinados o procesados.
Sacado del Boletín Consumir Animales/A.L.A. Informa.
Arriba



CONSUMIR ANIMALES CONSUME EL PLANETA
Elegir alimentos de origen animal, perjudica seriamente la salud del planeta y contribuye significativamente al hambre en el mundo. Es una realidad que muy pocos conocen.
La cría de animales implica gastar muchos recursos energéticos y naturales. Los procesos de cría, especialmente la cría intensiva practicada mayoritariamente en los países desarrollados, requieren ingentes cantidades de electricidad, agua y sustancias químicas. Producir las proteínas presentes en la carne requiere 25 veces más energía que producir la misma cantidad en proteínas de origen vegeta.
El engorde de animales se consigue atiborrándolos con avena, soja, maíz o centeno, pero por cada 1,4 kg. de maíz invertido en engordar un animal sólo se consiguen 130 gr. de su carne. Dicho en términos energéticos, por cada 5000 calorías invertidas en criar animales para su consumo, sólo se consiguen 200 calorías humanas.
Plantando 100 metros cuadrados de soja se obtienen unos 5 kilos de proteína que pueden cubrir las necesidades de 70 personas durante un día. Pero si usamos estos 5 kilos en alimentar ganado, sólo se conseguirá medio kilo de carne, lo justo para dar de comer a 2 o 3 personas al día.
En Guatemala, principal país exportador de carne a EEUU, el 75% de los niños menores de 5 años padecen síntomas de desnutrición.
Estos datos incriminan directamente el masivo consumo de carne por parte de las sociedades desarrolladas como principal causante del hambre en el mundo.
Finalmente, existe otro factor menos conocido pero no menos trágico para el futuro de la humanidad: la deforestación de zonas arboladas y selvas para convertirlas en tierras de pasto. Desde 1950 sólamente, se han arrasado ya dos tercios de las tierras bajas y el bajo monte selvático de centroaméria para satisfacer la demanda norteamericana en carne barata y magra. Cada día se desertizan 100 hectareas de bosque y al paso actual, la selva será un bonito recuerdo en 20 años.
Ésta situación se reproduce en todas las selvas tropicales del mundo. Los países pobres se ven abocados a vender a los países productores de carnes las cosechas que necesitan desesperadamente para sí mismos. En la cuenca Amazónica el 75% de los 40 millones de hectáreas de selva destruídas se deben a la ganadería.
Extraído del boletín Consumir Animales/A.L.A. Informa
Arriba
¿PORQUÉ NOS NEGAMOS A COMER ANIMALES?
Aquí van algunos datos de «interés».
-Explotación animal:
-Los pollos: son confinados a la fuerza en una jaula del tamaño de un disco (Lp), llegan a meter hasta cinco ejemplares por jaula. A los ponedores y los llamados «tomateros» (para asar) se les corta el pico superior con hierros calientes y sin anestesia, para evitar el canibalismo en el reducido espacio.
-Terneras: son encadenadas en cajones no más grandes que su cuerpo , en los cuales no pueden volverse o andar. El ganado es descornado, castrado y marcado sin anestesia.
-Los cerdos: son confinados en jaulas de metal de un tamaño no superior a sus cuerpos, les cortan los rabos para impedir ataques de otros cerdos inducidos por el stress y la ansiedad.

-Injusta distribución del alimento:
-38000 niños mueren diariamente por malnutrición e inanición. Una niña muere cada 2,3 segundos.
-Si las americanas redujesen su consumo de carne en un 10%, 100.000.000 de personas podrían alimentarse si la tierra, el agua, y la energía empleada en ésta crianza quedasen libres.
-Kilos de cereales y soja empleados para producir 450 gr. de: vaca/7,2 kg.     cerdo/2,7 kg.     pavo/1,8 kg.
-Cantidades de nutrientes despilfarrados, al invertir cereales y soja en la crianza:   proteínas/90%   carbohidratos/99%    fibra/100% (la carne de animal no contiene fibra.

-Impacto medioambiental:
-Kilos de productos combustibles que se pueden producir en 4 km. cuadrados de tierra de 1ª calidad:   13590 de zanahorias, 22650 de tomates, 27180 de apios, 18120 de patatas, 113 de carne de vaca. ….
-Consumo de agua. Numero de litros de agua para producir un kilo comestible de trigo: 112; de zanahorias: 148; de tomates: 103; de pollo: 3667; de cerdo: 7335; de vaca: 23463. El agua que se gasta en un kilo de carne de vaca valdría a una persona para ducharse cinco veces por semana, cinco minutos por ducha con uos 18 litros por minuto en todo un año.
-Erosión del suelo: causa principal de la destrucción de la selva tropical en centro américa: la producción de ganado. 200.000 kilometros cuadrados al año.
-Contaminación del agua: producción de excrementos por el ganado americano: 104.328 kg. por segundo y gran parte de ellos llegan a los cursos del agua.

-Peligro para la salud:
-Nuestro sistema digestivo es dos veces más largo que nuestro cuerpo, sudamos por la piel, bebemos agua sucionando, nuestra estructura molar y mandibular es vegetariana.
-Nuestro sistema digestivo no está preparado para el consumo de carne, ya que ésta se digiere sumamente despacio.
-Los riñones de los carnívoros trabajan tres veces más rápidos para eliminar el nitrógeno venenoso contenido en la carne.
-La carte tarda cinco días en salir del cuerpo, los productos generadores de efermedades están en contínuo contacto con los órganos digestivos, ya que cuando el animal muere, sus proteínas se coagulan produciéndose sustancias que hacen que se desconponga y pudra rápidamente.
-La carne animal contiene grandes cantidades de grasas, como el colesterol, que cubren las paredes de los vasos sanguíneos de los sonsumidoras de carne, como resultado se dan ataques cardíacos. A la vez que la carne, se ingieren drogas como la penicilina y tetracidina, insertadas en la carne.
-Cuando los animales son sacrificados pasan miedo y dolor, ésto produce la secrección de toxinas y venenos almacenados en sus sistemas, éstos son injeridos junto la carne.
-Las productoras de carne estás autorizadas a utilizar animales enfermos (incluso cancerosos) si se les quitan las partes dañadas.